lunes, 10 de noviembre de 2014

La Enajenación o Alienación


Procede del latín "alienus", (etimológicamente, ajeno, que pertenece a otro). La alienación o enajenación supone la pérdida de sí mismo y la conversión en objeto.



Se trata del fenómeno o la circunstancia que priva al individuo de su propia personalidad y que anula su libre albedrío. El sujeto enajenado (o alienado) no puede actuar por su cuenta sino que se encuentra dominado por aquello que ordena una persona o una organización.
En última instancia, la enajenación mental puede producirse por la presión que un individuo siente respecto a los mandatos de la sociedad en general.



Mediante la enajenación el hombre se transforma en propiedad privada de los medios de producción. 

De acuerdo con la dialéctica, el hombre solo puede desarrollarse a través de contradicciones. Así, por ejemplo, la libertad no ha podido ser alcanzada más que a través de la servidumbre.

Como expresión concreta de estas contradicciones que se dan en la historia, la cual surge cuando el hombre no se reconoce en los productos que el mismo crea y cuando estos productos lo doblegan y deshumanizan.

Enajenación Religiosa


“En la enajenación religiosa, ya no es Dios quien crea a los hombres a su imagen y semejanza, como cita Ludwig Feuerbach, sino que son los hombres quienes crean la divinidad a su imagen”. Pero una vez creada y venerada la imagen de un Dios omnipotente, el hombre se somete a, él y al hacerlo se esclaviza y deja de actuar como hombre.

“la religión manifiesta Marx, es el suspiro de la criatura agobiada, el estado de alma de un mundo desalmado, porque es el espíritu de los estados de alma carentes de espíritu. La religión es el opio del pueblo”.


Marx expone que la religión es alienación porque adormece el espíritu revolucionario del hombre y lo obliga a creer en un ser que no existe (Dios) y actuar según ese Dios dejando de vivir como el cree.

Enajenación Económica


En la enajenación económica el trabajador crea objetos de consumo; maquinarias que no obstante a pesar de ser productos suyos, salidos de sus propias manos, lo llegan a esclavizar, fragmentándolo, despojándolo de su humanidad. En el trabajo enajenado o alienado el obrero es sojuzgado, explotado, es decir, el trabajo se vuelve fastidioso y humillante.

Toda alienación tiene una base económica y social. La fundamental es la economía que aparece ligada al trabajo hecho bajo determinadas relaciones de producción.





El dinero, símbolo de los bienes materiales creados por el hombre, domina como amo a los que trabajan y producen. En este fenómeno lo abstracto se convierte en lo concreto ilusorio y, sin embargo, demasiado real que abruma lo concreto verdadero, es decir, lo humano.

Enajenación Tecnológica


Es muy importante ver todas las características que nos proporcionan grandes ventaja en la aplicación de la tecnología, la cual se ha apoderado de todo el mundo, acortando distintas barreras que permiten tener una comunicación instantánea alrededor del mundo facilitando así nuestra vida. Pero todo esto crea grandes desventajas que debemos de reconocer lo más pronto posible ya que el ser humano ha ido perdiendo su esencia de tener contacto con las personas conformándose con tener un contacto detrás de un monitor perdiendo así el contacto visual necesario.

Ese hecho de estar detrás o en todo caso frente a un monitor hace que el humano se enajene por muchas horas, perdiendo el tiempo navegando en redes sociales, viendo videos o musicales, jugando videojuegos o haciendo cualquier otra actividad que signifique un ocio sin productividad alguna. Siendo a largo plazo una adicción total ya que la necesidad de tener cerca cualquier aparato tecnológico ya sea un celular, una computadora, una consola de videojuegos o el simple hecho de tener una conexión a internet, se ha convertido en el acaparador total de nuestro tiempo, bloqueando todas nuestras conductas básicas racionales ya que nuestra mente se ve apoderada de estos aparatos y cuando menos lo pensamos, ya han pasado varias horas desde que iniciamos esa interacción.


Lo que es realmente preocupante, debido a que en ocasiones dejamos de lado incluso esa necesidad real de todo humano como lo es el de comer, siendo algo insustituible en nuestro organismo, pero cuando una plática en internet está muy buena, el nivel que hay que pasar en el videojuego está muy complicado y estamos a nada de lograr el objetivo, cuando queremos ver cómo van los resultados del futbol o cualquier otra cosa, hace precisamente que nosotros nos olvidemos de todo, permitiendo así que la máquina controle al humano cuando esto debería de ser totalmente lo opuesto para evitar esa enajenación inconsciente de cada individuo.


Conclusión


Mi punto de vista es que el problema de la enajenación, en cualquiera de sus formas, es algo malo porque nos hace perder el verdadero sentido de nosotros al hacernos diferentes a lo que ya somos. Puesto que si actuamos conforme a lo que nos enajene o controle de alguna manera entonces no seriamos capaces de ser más que una cosa, un mero objeto. Si creamos y veneramos un símbolo, sea el dinero o cualquier otro perdemos nuestra esencia de seres humanos.

No debemos pues caer en un mundo lleno de engaño y esclavitud, para contrarrestar esto con la apropiación  de lo que somos o queremos ser, para así no convertirnos en productos de consumo. Ya que a causa de la enajenación los seres humanos nos sometemos a fuerzas hostiles, que no son, sin embargo, más que el producto de su actividad, pero se han vuelto contra ellos y las arrastran hacia destinos inhumanos, crisis, guerras y convulsiones de toda clase.

El hombre actual esta alienado, porque no es el mismo y se encuentra deshumanizado, es decir, que es despojado de su humanidad porque se considera como un objeto y no como un sujeto o sea se trata al hombre como una cosa y no como persona.



Por ejemplo en cuanto al dinero el hombre se vuelve doblegado ante él y se vuelve otro ser diferente, ya que cambia su forma de ser, pensar, actuar rindiéndose a los pies de lo que el mismo ha creado.
En la sociedad contemporánea la mayoría de personas están alienadas al trabajo, dinero, tecnología, moda o religión, sumergiendo al hombre en un círculo vicioso lleno de placer que lo lleva al engaño y la esclavitud.